
En el centro del triángulo didáctico está el escenario de enseñanza. Los escenarios de enseñanza se caracterizan por su posición dentro del triángulo. Así, un escenario que privilegia la fórmula didáctica de la cátedra se encuadraría en un modelo conductista, mientras que fórmulas didácticas como el trabajo en equipo y la enseñanza entre iguales se enmarcarían más bien en un modelo socioconstructivista.
Índice de contenido
Definición de didáctica
La didáctica de una disciplina es la ciencia que estudia, para un campo particular, los fenómenos de enseñanza, las condiciones para la transmisión de la «cultura» propia de una institución y las condiciones para la adquisición de conocimientos por parte de un educando. (Johsua y Dupin, 1989)
En otras palabras, la didáctica es una actividad científica cuyo objeto es el estudio de la construcción de conocimientos identificados, por parte de los aprendices que construyen conocimientos, ubicados en una institución de formación, donde interactúan con los docentes, posiblemente a través de dispositivos informáticos.
El objetivo de la didáctica es desarrollar nuevas herramientas teóricas que renueven las «cuadrículas de lectura» de las situaciones de enseñanza y que orienten los modos de intervención de los docentes así como la toma de decisiones curriculares.
Triángulo didáctico: definición
El triángulo didáctico es un diagrama, que se ha vuelto clásico en las Ciencias de la Educación, que tiene su fuente en la obra de Jean Houssaye (1988) y que inspiró la obra de Brousseau y su equipo (1998), permite modelar la situación didáctica en torno a tres polos y sus relaciones: maestro, conocimiento y aprendiz.
Además, el valor heurístico de este diagrama es el de suscitar muchas reflexiones sobre la situación didáctica. Tomada desde una perspectiva sistémica, la idea de la relación que se establece entre los polos constituyentes del triángulo didáctico nos lleva a reflexionar sobre estos elementos de forma corpórea y socialmente situada. Postulamos entonces que la calidad de la relación que los elementos del triángulo didáctico mantienen entre ellos no sería una condición dada de entrada, sino que emergería de las interacciones y de la circulación del discurso.
Entonces, el aprendizaje aquí se toma desde una perspectiva interaccionista.
El aprendizaje es entonces percibido como un proceso mediado por herramientas semióticas, incluido el lenguaje (Vygostki, 1934/1985) y favorecido por la mediación de la tutela, u orientación (Bruner, 1983) donde un experto interviene en las actividades del novato. En la situación de una clase de lengua, estos procesos de orientación interactivos se desplegarían cuando los aprendices se enfrenten a la no comprensión de un objeto de conocimiento.
El triángulo didáctico: resumen

Los ejes del triángulo didáctico:
1. El proceso de “enseñar”
Este proceso es entre el maestro y el conocimiento.
Del lado de la relación saber-docente, encontramos la docencia, el trabajo didáctico de gestión de la información, es el proceso de “enseñanza”.
El docente entonces se interesa por el marco didáctico, la organización, la estructuración de los cursos, el contenido de los conocimientos, su disciplina impartida, el método de enseñanza utilizado es el de la lección magistral.
Por lo que el docente descuida la relación pedagógica con los alumnos.
Puede presentarse la oposición del alumno a su profesor o formador para manifestar su descontento. Pueden aparecer riesgos de abucheos.
2. El proceso de “Entrenamiento”
Este proceso es entre el profesor y los estudiantes.
Del lado del maestro-alumno, encontramos la educación y la formación.
El proceso de “formación”, el de la pedagogía y una economía de la educación.
En otras palabras, se privilegia al maestro y al alumno en detrimento del conocimiento.
Es cuando la relación profesor-alumno se exacerba hasta el punto de entablar una relación de intercambio cercana a la seducción que se favorece en detrimento del conocimiento. El método pedagógico utilizado es más bien no directivo y el profesor ofrece más consejos y orientación a seguir que contenido estructurado.
Los estudiantes pueden apreciar las habilidades interpersonales de su profesor, pero todavía tienen dificultad para situar su aprendizaje en relación con el programa e incluso para comprender su curso.
3. El proceso de “aprender”
Este proceso es entre los estudiantes y el conocimiento.
Del lado del conocimiento del estudiante, encontramos el aprendizaje, el proceso de “aprendizaje”.
Es decir, se privilegia a los alumnos y al saber en detrimento del docente.
El profesor limita su actividad a tratar de facilitar el aprendizaje de los alumnos por sí mismos.
El método pedagógico utilizado será más bien de tipo constructivista, el alumno deberá construir su propio conocimiento. Lo más importante es la construcción del conocimiento a riesgo del conocimiento no validado.
Los estudiantes o aprendices pueden sentirse abandonados a sus propios dispositivos. Incluso pueden sentir una sensación de soledad frente al conocimiento. Esto en sí mismo puede plantear problemas para la comprensión de determinados contenidos o la forma de abordarlos. Los estudiantes están en una posición de autoaprendizaje.
Transposición didáctica
El conocimiento enseñado es conocimiento reconstruido específicamente para la enseñanza. El conocimiento académico tomado como referencia es un conocimiento muchas veces descontextualizado. Es objeto de una transposición (recontextualización, re-problematización, ver redefiniciones a enseñar.
Además, la transposición didáctica del conocimiento no es otra que ese proceso que hace que el conocimiento pase del saber erudito (no formateado para enseñar) al saber para enseñar (formateado para enseñar).
La elección de las habilidades que deben adquirir los alumnos depende obviamente del propósito de la enseñanza y, por lo tanto, de las prácticas que se toman como referencia.
Bibliografía: