Las siete razones de la desmotivación docente
Hoy más que ayer, la profesión docente se hace cada vez más difícil. Algunos profesores, aunque se enfrenten a grandes dificultades, consiguen superarlas e innovar en su enseñanza. Pero otros profesores están desanimados y desmotivados por su profesión. Varios factores contribuyen a esta desmotivación. Desarrollaremos en este artículo 7 motivos de la desmotivación del profesorado:
1. Falta de colaboración
La profesión docente parece ser una profesión solitaria. De hecho, el profesor prepara y presenta sus lecciones solo frente a sus alumnos, sin recibir el apoyo de otros profesores. Se siente aislado en sus prácticas profesionales.
Un maestro escribió en Facebook: “¡La falta de trabajo en equipo real entre maestros es tan frustrante! Muchos hablan, pero no comparten sus ideas ”.
Un nuevo maestro agregó: "Me gustaría que los maestros fueran más generosos al compartir nuevas ideas y más abiertos a las ideas de los demás".
Un tercero confirma que no se unen para trabajar hacia un objetivo. Todos trabajan sin depender de los demás.
El aula sigue siendo un lugar cerrado, donde todo lo que pasa allí sigue siendo un asunto entre los alumnos y su profesor. Sin embargo, el profesorado debe desarrollar una colaboración formal (reuniones pedagógicas, participación en comités, actividades formativas) e informal (intercambio de ideas en las aulas del profesor, intercambios sociales informales).
2. Reformas contra el maestro
Los sucesivos gobiernos han propuesto reformas para mejorar la calidad de la educación. Pero estas leyes a veces van en contra de los intereses de los maestros, como el proyecto de ley 40 sobre la gobernanza escolar en Quebec. Los docentes se sienten insultados, conmocionados y desmotivados, sobre todo porque esta reforma la propone un ex docente que conoce bien la realidad del aula y de la escuela. Este proyecto de ley tiene como objetivo desarrollar la experiencia pedagógica de los profesores a través de la formación en el servicio. Pero han introducido sanciones para castigar a los docentes que se niegan a participar en la formación continua obligatoria.
En general, estas reformas contienen todo lo que el docente no necesita. Estos son solo ataques a la profesión docente. No favorecen sus condiciones laborales.
3. Favoritismo
En algunas escuelas, siempre hay un pequeño grupo de maestros que son favorecidos y obtienen lo que quieren. En efecto, cuando este sentimiento es omnipresente en los establecimientos, crea un sentimiento de injusticia, anuncia el inicio de conflictos y constituye la principal fuente de desmotivación en el trabajo. Además, este favoritismo compromete la calidad de las relaciones entre los miembros del equipo; especialmente cuando un profesor comprende que un colega que realiza las mismas tareas que él logra ser favorecido. Luego se pregunta por qué debería esforzarse más en una escuela que no reconoce sus habilidades.
La situación puede parecer fácil para el favorito, pero podría agravarse a largo plazo, porque los otros profesores tenderán a aislar al colega favorito e incluso a unirse a él. También hay una pérdida de motivación y una reducción en los esfuerzos e innovaciones educativas.
Ser un buen líder escolar requiere una buena gestión de sus equipos. Puede ser fácil descuidar accidentalmente las necesidades de algunos de sus maestros, cuando a menudo solo se necesitan unas pocas palabras para alentarlos y asegurar su participación en la vida docente.
4. Comportamiento perturbador en la escuela
Los estudiantes de hoy tienen más dificultades para comportarse normalmente. Obviamente, estos trastornos pueden dañar a sus compañeros, a ellos mismos y, a veces, a sus profesores. En otras palabras, dañan el clima general del aula. A menudo, se trata de una negativa a trabajar, que puede manifestarse en comportamientos como:
- Rompe las reglas de la clase.
- Desafía la autoridad del maestro.
- Herir a otros estudiantes.
- Consume alcohol o drogas.
- Robar a sus amigos.
- Mentira.
- Negarse a ir al tablero.
- No hacer sus deberes.
- No traigas tu material a clase.
El profesor debe tener cuidado, porque si estos alumnos siguen mostrando indisciplina en el aula, crearán nuevos problemas provocando a otros alumnos. Pero lo más obvio es que estos problemas matan la motivación de los profesores.
5. Falta de apoyo de los padres
En la mayoría de los casos, la relación entre la escuela y la familia sigue siendo muy limitada. Simplemente porque los padres tienen percepciones diferentes a las de los profesores. A menudo, si el personal docente solicita apoyo para la educación del niño, este gesto será interpretado por los padres como un fracaso de la escuela. Otros padres ven la escolarización de sus hijos como una cuestión exclusivamente escolar:
- Padres de buena voluntad pero que no saben cómo ayudar a sus hijos.
- No controlan su trabajo lo suficiente.
- No leen los mensajes transmitidos por la escuela.
- Rechazan los análisis realizados por los profesores sobre el comportamiento y los resultados de su hijo.
- Ellos se hacen cargo de esta tarea.
- A veces, esta falta de apoyo se convierte incluso en un ataque a la escuela.
Ante la falta de comunicación de los padres y la escuela, y para resolver los problemas de conducta de los estudiantes, España ha puesto en marcha PPRE (Programas de Éxito Educativo Personalizados) y en Quebec, planes de intervención. El objetivo de estos programas es involucrar más a los padres en la educación de sus hijos.
6. La heterogeneidad de los estudiantes
Las clases de hoy son muy heterogéneas. Por eso es menos fácil dirigirse a estudiantes que no tienen la misma cultura, la misma lengua materna o la misma religión. Esto plantea problemas de comprensión mutua. Los profesores deben tener en cuenta la heterogeneidad de la clase. Cada estudiante tiene necesidades especiales. Es por eso que los docentes deben gestionar esta heterogeneidad y diferenciar sus prácticas. Pero diferenciar significa más trabajo y preparación para el profesor. Como primer paso, debe preocuparse por los conocimientos previos de sus alumnos. Posteriormente, debe buscar actividades adecuadas para llevar a sus alumnos hacia el éxito. Finalmente, debe ofrecer actividades más complejas a estudiantes más avanzados.
Anteriormente, la única función de los profesores era transmitir conocimientos a los alumnos. Hoy, esta misión es cada vez más compleja. De hecho, muchos también deben improvisar como sociólogos, educadores, trabajadores sociales, etc., para poder transmitir estos conocimientos.
7. Salarios pobres
Las horas de trabajo de los profesores a veces superan las 40 horas semanales. Considere también el hecho de que trabajan de forma voluntaria, todas las noches y los fines de semana. Además, a menudo tienen que manejar clases difíciles. Estas situaciones estresantes tienen efectos negativos sobre la salud y el bienestar de los profesores. Estos maestros son las personas a quienes los padres confían a sus hijos. Es por eso que el gobierno y la sociedad deben apoyar a estas personas importantes para capacitar adecuadamente a los adultos del mañana. Los profesores merecen condiciones laborales favorables.
Sin embargo, están mal pagados y este salario necesariamente tiene un efecto negativo en su satisfacción y por lo tanto en su motivación. De hecho, un buen salario puede ser una fuente de motivación para los profesores, ayudando a atraer a los graduados más calificados a la profesión y retenerlos durante mucho tiempo en el sistema. En otras palabras, un salario bajo puede hacer menos atractiva la profesión docente.