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5 cosas que ya no están permitidas para PROFS

Muchas cosas han cambiado en la educación a lo largo de los años, algunas para bien y otras para mal. Muchas cosas que solíamos hacer para llegar más lejos o ser más eficientes en nuestro trabajo simplemente no están permitidas en el clima actual. Estos son ejemplos de cosas que los maestros nunca podrían hacer.

1. Consolar físicamente a los niños

Incluso antes de la pandemia, abrazar a los estudiantes ya se consideraba riesgoso. Es triste que un adulto tenga que pensar dos veces antes de consolar físicamente a un niño que lo necesita, pero esa es la desafortunada situación en la que se encuentran los maestros en estos días.

2. Dar a los estudiantes la oportunidad de fallar

En el pasado, los estudiantes tenían la opción de reprobar. Las consecuencias de esta elección les permitieron aprender importantes lecciones de vida. Hoy dia ? Uno solo pone en peligro la educación de un niño para apaciguar a los padres descontentos. Y eso es una verdadera vergüenza.

3. Responsabilizar a los estudiantes por su comportamiento

Los niños nos desenmascararon, muchachos. Saben que pueden actuar como tontos y salirse con la suya. En algún momento, dejamos de hacer cumplir las reglas de la escuela y de exigirles un comportamiento adecuado. Podemos discutir por qué y cuándo sucedió esto, pero todo lo que se puede decir es que es una tendencia que a algunos les gustaría ver revertida.

4. Respeta los límites personales

Es ampliamente aceptado (y por lo tanto esperado) que los padres y los estudiantes deben tener acceso las 24 horas a sus maestros. Mamá envió un correo electrónico a las 8:30 p. m., pero espera una respuesta dentro de una hora. Es irrelevante que los estudiantes hayan entregado sus ensayos en el último momento; esperan un retorno inmediato. Si los maestros no hacen de su trabajo una prioridad máxima, se los considera no calificados o ineficaces. La forma en que nuestra carrera invade nuestra vida personal es una de las principales razones por las que muchos de nosotros nos rebelamos.

5. Diversión sin fin en TikTok

Antes, los niños nos decían si teníamos algo entre dientes o si no les gustaba nuestro atuendo. Hoy, los estudiantes transmiten todo, desde nuestras divagaciones apasionadas sobre poesía hasta el papel higiénico que se encuentra debajo de nuestros zapatos. El cielo nos prohíbe disfrutar de una margarita o nadar en una piscina pública. Nuestros sorbos y salsas inevitablemente se convertirán en inspiración para GIF e historias de Instagram. ¡Nada es sagrado, la privacidad ya no existe!

Es de esperar que los futuros desarrollos en educación vuelvan a poner el aprendizaje en el centro, les den a los maestros más autonomía en sus aulas y exijan que los estudiantes usen los filtros más halagadores cuando nos pegan en todos sus canales de redes sociales.

(Fuente)

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