¡Tus estudiantes pueden ayudarte a convertirte en un mejor maestro!
Comprender el estilo de aprendizaje preferido de sus alumnos ya lo convierte en un mejor maestro. De esta manera, incluso puedes obtener nuevos conocimientos de ellos. Además, los estudiantes son diferentes entre sí. Sobre todo porque cada uno de ellos tiene cualidades únicas y muy singulares. Si aprende a identificarlos y usarlos, seguramente se convertirá en un mejor maestro.
Tienes una oportunidad excepcional de participar en un proceso dinámico. Tendrás un impacto positivo en ti mismo y en tus alumnos.
Deje que sus alumnos lo ayuden a convertirse en un mejor maestro para ellos.!
- 1. Un buen maestro siempre tiene metas.
- 2. Dar instrucciones precisas
- 3. Mantente firme y estricto
- 4. Sea asertivo
- 5. Sé amigo pero mantén la distancia
- 6. Escucha
- 7. Relacionarse con su universo es importante
- 8. La diversidad es clave
- 9. No seas tacaño con las explicaciones
- 10. Sea una influencia positiva
1. Un buen maestro siempre tiene metas.
Es esencial adoptar un enfoque positivo al comienzo de cada lección para explicar a sus alumnos lo que estudiarán ese día. Una estructura de enseñanza y una gestión del aula bien planificadas harán que el aprendizaje sea más fácil y eficaz para los estudiantes, lo que en sí mismo es un factor motivador. Al ser la enseñanza un proceso dinámico, obtendrás la aprobación de tus alumnos, tomando en consideración la dignidad y singularidad de cada uno de ellos. Crea un vínculo de confianza mutua con tus alumnos y estimula la participación activa.
2. Dar instrucciones precisas
Como organizador, gestor o incluso diseñador de formación. Dé instrucciones a sus alumnos, por ejemplo: listas de tareas o un plan de lección paso a paso. Bríndeles una buena base, enfatizando el tema y la terminología relacionada con el tema. Al aprender los fundamentos del tema, el estudiante comprenderá la lección más fácilmente.
3. Mantente firme y estricto
Como maestro, sé firme desde el principio. Los estudiantes respetan a los maestros seguros y estrictos. Ser demasiado amable no paga... pero tampoco tienes que ser un matón. Sepa que siempre habrá estudiantes que jugarán más inteligentemente en clase. Considerándose más sabios que tú, intentarán hacerte dudar de ti mismo o desestabilizarte. Pero así, también molestan al resto de la clase. Así que mantente alerta y no pierdas el control. Imponer límites, tranquiliza a los alumnos.
4. Sea asertivo
Si un estudiante parece distraído o estresado, averigüe por qué lo está. Esto puede deberse a varios factores. Es posible que tenga problemas personales o sufra depresión, en cuyo caso deberá brindarle todo su apoyo. Presta atención, observa si un alumno parece desinteresado o su nivel de implicación disminuye, en clase. No lo critiques ni lo hagas sentir culpable, llamándolo flojo. Probablemente encarnas el papel de un padre en sus ojos. Puedes, por ejemplo, hablar con él después de clase e investigar un poco para averiguar qué le sucedió exactamente.
5. Sé amigo pero mantén la distancia
Involúcrese con sus estudiantes, incluso si son del mismo grupo de edad. Sin embargo, necesita saber cuándo establecer límites. Imponer su autoridad fortalecerá su posición. Mantente profesional, tus estudiantes no te respetarán si tratas de actuar, hablar como ellos o estar a su nivel. Obtén su aprobación siendo una inspiración, manteniendo la distancia.
6. Escucha
Saber escuchar, observar y captar lo que no se dice, como las angustias que puedan sentir los alumnos, son cualidades que todo docente debe tener. Esto le facilitaría ayudar a sus alumnos a desarrollar habilidades y aumentar su nivel de confianza en sí mismos. En general, participar en una buena comunicación lo convierte en un mejor maestro con una clase más feliz.
7. Relacionarse con su universo es importante
¿Quiere que sus alumnos recuerden sus lecciones? Así que encuentra una manera de vincular la información que les das con cosas de sus vidas. Intenta motivarlos y despertar en ellos el deseo de aprender. Involúcrelos en un diálogo específico. Anímelos a pensar por sí mismos y permítales expresarse. Es posible que alguno de ellos tenga alguna anécdota o haya vivido alguna situación que pueda dar más explicaciones. Sin embargo, no dejes que su historia se apodere del curso. Redirija el tema de conversación a la lección, sin perder tiempo. Además, la terminología y los fundamentos son importantes. Involucre el interés de sus estudiantes. Cite ejemplos con los que se puedan relacionar. Y cómo pueden servirlos después.
8. La diversidad es clave
Muestre su ardor con tantos recursos como sea posible, para presentar sus lecciones. Encuentre lo que les apasiona a sus estudiantes: cosas que les interesen, como libros, música, videos, discursos y presentaciones. Use materiales didácticos convincentes donde se destaque el contexto y con los que los estudiantes puedan identificarse. Luego bríndeles explicaciones, para que el contenido sea más fácil de entender. Los alumnos asimilan las cosas de manera efectiva cuando pueden formarse una imagen mental del tema. Adjunte nuevos elementos a conceptos relevantes que potencialmente podrían conocer, también vincule contenido educativo a ejercicios previamente completados. Permita que los estudiantes averigüen las cosas por sí mismos. Enseñar en una variedad de maneras.
9. No seas tacaño con las explicaciones
Será difícil que los estudiantes progresen si no entienden el concepto básico de un tema. Sus respuestas te dicen mucho. Si nota que un estudiante tiene dificultades de aprendizaje, no lo ignore ni le haga pensar que es un estúpido o un deficiente. Sea empático y paciente, y pregúntele si hay algo que no le gusta o no entiende. Luego reanude la lección. Puedes usar diferentes métodos hasta que él entienda. También ayudará a toda la clase.
10. Sea una influencia positiva
Finalmente, muestre a sus alumnos que se preocupa por ellos y anímelos a hacer un esfuerzo. Fomentar la participación activa. Demuéstrales que pueden contar contigo y que siempre estarás ahí para apoyarlos. No permita que se rindan, motívelos a progresar, elógielos cuando sea necesario. Recuerde, usted juega un papel importante, ayudándolos a dar forma a un futuro brillante y guiando sus elecciones. Y, lo más importante, transmíteles tu amor por aprender.